45 minutos de Caribe (según los sueños). Puerto Limón es uno de los más grandes del Caribe sur. La sala del Consejo Municipal de la ciudad tiene unas mesas de una madera rojiza y espesa, los ventiladores giran en el techo, por la puerta de dos hojas se ve una plaza tomada por plantas descontroladas, rodeada de unas barandas bajas, y por ahí debe estar el Limón que le puso nombre a la provincia. Casas de colores, paredes y techos de lata, porque el frío no preocupa.
lunes, 29 de noviembre de 2004
Caribe (El Limón)
Etiquetas: Costa Rica
lunes, 8 de noviembre de 2004
sábado, 30 de octubre de 2004
Entre tinieblas
Mejor no hablar (de ciertas cosas)
Luca Prodan
El vapor garabatea luces y sombras sobre el espejo. Y ellos que no quieren ver, descubren en la foto los garabatos de luces y las sobras de un amor, allí de pie, diluido en millones de gotitas invisibles de agua. Es un dilema de perspectivas. Sobra la mesa de luz está la botellita de ron, la computadora y un poco de sandwich de pollo, lo poco que un amor clandestino necesita para sobrevivir.
Pero el verano le borra la garúa a Lima y el mar vuelve cada año a verse infinito desde el malecón. La niebla se esconde por unos meses, los amantes clandestinos salen a la luz, vivir se empieza a conjugar en futuro y la historia del amor perseguido está quedándose sin argumentos.
Había un final escrito: el devía volver. Y el avión cruza la Cordillera que en él tantas veces separó mundos y tiempos. Entonces, la foto del vapor garabateando luces y sombras se ve distinta. La silueta del amor se ha vuelto casi invisible. Cuestión de perspectivas. Ahóra sólo ve formas blancas que le recordaban los miedos infantiles a la soledad y la muerte.
Etiquetas: Cosas
lunes, 29 de marzo de 2004
viernes, 12 de marzo de 2004
11-M: Madrid quiere saber de que se trata
Etiquetas: España
lunes, 19 de enero de 2004
Barcelona dice Paz
De En la banquina |
11 de marzo en el barrio romano de Barcelona. Se está metiendo el sol y todavía no había nada claro. Una o dos o quizá tres bombas explotaron en la estación de Atocha, en Madrid. El jefe del gobierno culpa a ETA, pero muchos piensan que es una replica a la participación de España en la invación de Irak. Faltan 4 días para las elecciones y la bronca desplegada en manifestaciones antibelicistas durante los últimos 6 meses, ahora es desconcierto. Es un respiro antes de la reacciones. Es un momento de dolor antes de decidirse por cambiar las cosas.
Etiquetas: España
Lima: La escalera y la duna
De En la banquina |
lunes, 12 de enero de 2004
Nazca
Y muchos amigos peruanos se horririzarían si escucharan la historia que conocí de primera mano. Un hijo de ingleses, muy mayor para cuando me lo contó, pero demasiado preciso en los detalles, me habló del origen de las líneas. Y me dijo: ¿no le sorprende que las hayan encontrado recién en 1927? El viejo me lo relató sentado en un banquito en frente del malecón, en Miraflores, en ese parque donde la municipalidad imita las lineas de Nazca con plantas de colores. Según su versión, la famosas líneas (las originales), fueron construídas por un grupo de obreros ingleses desempleados después de tender el ferrocarril. El padre del viejo fue uno de los obreros, que fueron contratados bajo pacto de silencio y generosas ganancias por el arqueólogo que luego se haría famoso por descubrir las líneas que mandó hacer.
El pueblo de Nazca juntó dinero suficiente para encargar la obra y atraer visitantes ocasionales. Porque, seamos sinceros -me decía el viejo: ¿a quién se le ocurriría ir de turismo a Nazca? Con la maniobra ganaron todos: el pueblo protegió su secreto culinario y consiguió visitantes que les dejaron dinero, especialmente a los dueños del único avincito de la zona que es utilizado para lograr vistas aéreas; y también ganó el arqueólogo (fanático confeso del ceviche entonces por la difunta Mercedes y ahora recreado de acuerdo a la receta familiar por sus hijos y nietos), ya que se hizo famoso por su aporte a la historia y cuidó su platillo de delirio.
Etiquetas: Perú
lunes, 5 de enero de 2004
Pachacamac (Lima)
Detrás de Pachacamac está Pachacamac. Desde el mar se ven las ruinas restauradas que alguna vez fueron un complejo religioso hacia donde peregrinaban incas para adorar a la luna al sol y a la tierra. Pacachamac tapa a la otra Pachacamac, la villa que trepa por los cerros arenosos, hacia donde siguen llegando peregrinos desplazados desde la sierra que migran a Lima para buscar otra vida. Pachacamac, la visible, es una atracción turística. Pachacamac, la que no se ve, es un suburbio en el valle de Lurín a unos kilómetros de Lima donde algunos llegaron para quedarse.